Hoy quise volver atrás, y verme tan cambiado que llega a impresionar. No quiero ser arrogante con mis cambios ni nada por el estilo, disculpa si te sentiste ofendido.
Hay cosas que no van a cambiar, no creo que cambien: una de ellas es ésta. Mirar hacia el oriente, donde está mi pasado, mi presente y mi futuro quizás.
Oriente, que llevas los sonidos de la nostalgia, y me hace recordar miles de millones de cosas; que haces de cada momento algo especial; que demuestras que no importan las barreras culturales, geográficas o lingüísticas para intentar transmitir una emoción, una sensación distinta, con una frecuencia distinta a la habitual en estos lados del mundo; que cada día te siento más cerca, aunque el fanatismo se haya ido y no me quede dormido escuchándote; y que en cada momento puedo volver a escucharte mientras al mismo tiempo recuerdo los colores de la época de las chapas, los llaveros, los guantes, los eventos y las palabras, incomprensibles para la mayoría.
Puedo acudir a ti, hermoso pasado, para que me cobijes ahora que estoy en un presente lleno de incertidumbres, y puedas darme esa tranquilidad necesaria para reflexionar.
Espero algún día poder conocerte en vivo, y no en fotos ni en vídeos.
:D
1 comentario:
Wow el final
¡fue fascinante!
me gusto mucho
¡buenas letras!
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