miércoles, 20 de julio de 2011

Las tres horas más provechosas de mi vida

Ah ya. Bostezo, y pienso: "No, esto ya no puede ser...". Enésima vez te me apareciste, como diciéndome la triste verdad, pero no me interesa. No debí tomar tanto café hace 7 horas y media. Impredecible: batiste todos los records. Me quedan 15 minutos para levantarme y no sé que hacer exactamente. Mis manos están frías, y mi cabeza no saca tu imagen de ahí.

Son pocas las cosas que podré sacar el limpio. Bueno, con tres horas de sueño nadie anda bien por la vida. Ah, olvídalo. Yo me lo busqué, solo espero encontrarla.

No, no debe ser así, no. Hay que luchar!
Y mil veces luchar, sino el fantasma de la autocrítica viene a acecharte otra vez. No quiero eso. :3

Amanece... y dan ganas de levantarse para no volver a dormir hasta en un buen rato más. Sigue en mi cabeza, así me acortas el viaje. En fin, a ensayar.


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