lunes, 20 de junio de 2011

Reflexiones de una tarde invernal

Llevo dos semanas con insomnio, pensando las cosas que me han sucedido últimamente. Tengo mi cabeza llena de cosas, de trabajos, tareas, libros, obligaciones y responsabilidades que cumplir, y el tiempo disminuye y pasa frente a mi. Hoy desperté con un intenso dolor de cabeza y con un frío de aquellos. Eran las tres de la tarde cuando me vi almorzando, intentando recuperar el calor perdido tras levantarme. El dolor no termina de golpear mi cabeza, que llena está de los pensamientos que me invaden una vez que estoy dispuesto a dormir. Necesito dormir bien esta noche, de lo contrario moriré, y no podré actuar el viernes, que es mi anhelo.

Llevo dos semanas de reflexión nocturna, viendo una serie que sin querer me marcó, y me dan ganas de volver a aquellos lindos momentos, no creo que sea tan malo rememorar. Fue la casualidad de que estos días haya visto un animé que sin querer, me ha sido conmovedor. Siento miles de veces que lo que muestran la serie son lo que quiero para mi: una aventura, una vida aventurera; vivir la vida como una aventura y conquistar a quien amo y vivir ese mundo es una vil ilusión y una añorada fantasía. Todavía la estoy buscando...

En el insomnio, mi condena pasa por no poder decidirme de una buena vez qué hacer con respecto a mi corazón. No quiero reprimirme más.

En los densos pensamientos de medianoche, no hago más que girar en el mismo centro de los problemas, quizás debería dejarlos de lado, y dormir de una buena vez...

El invierno me invita a todo esto: al pensar, al disfrutar de un frío día en compañía de mis padres, de mi casa, de mi mente. En fin, de mi mismo.

:3

No hay comentarios: