miércoles, 14 de septiembre de 2011

Despertar~

Hoy, fue un día asqueroso. Descubrí lo parásito que puede ser el sistema con uno, y de cómo estafan con ilusiones y falsas promesas las esperanzas de la gente. Estoy preocupado, sí. No sé que hacer, no soy un inútil así que si de algo que pueda sacar algún dinero para ayudar, ya sea honrado y bien ganado, bienvenido sea.
Hoy, apremiado por la duda enorme del porvenir, te me apareciste, otra vez. Como siempre, desde hace tiempo, con el mismo lindo sentimiento, pero ya te notaba lejos, distante. Ya no era lo mismo desde ese sábado cuando condené al amor a la verdad. Ya no hay nada que hacer, las certezas salieron a la luz. Y de todas ellas, la fundamental es la que no me gustaría que fuese una falacia, una mentira. No hay nada que hacer, ni pensar en mundos paralelos viéndote junto a mi, pensar en cómo hubiese sido si... y una condición a elección de mi angustia por no tenerte. Sí, te lloré. El llanto más amargo y reprimido de todos, el más solitario, el más pensado, el más evitado pero el más impulsivo y lleno de sentimiento. Toda mi convicción por ti y todo lo lindo se fue a través de esas lágrimas, pero como dice Koko, "...son lágrimas de amor". Amor que siento por ti todavía.
Iba a ser un caos. Estaba solo, quería llorarte y no podía. Cuando pensaba en ti, y los lindos pero ficticios momentos juntos, caían solas, una tras otra. No podía medir mi llanto, así como no podía medir el sentimiento...
Y creí comprender lo que sentías cada vez que llorabas por él.
Y en ese momento, comprendí todo.
No quiero hacerte sentir la culpable de mi llanto, ninguno de los dos lo es. Simplemente el sentimiento se dio de esta manera, quizás equivocada, incontrolable e intensa. Solamente quiero verte feliz, bien, disfrutando de la vida. Yo ya comprendí que no pertenezco a ese sector de tu vida. Y lo aceptaré, porque te quiero, y si tu felicidad es sin mi, así será.
Pero eres tú a quien no quiero perder, y quiero esperar, dejar pasar tiempo, para que la próxima vez que te vea, sea con los mismos ojos de antes de sentir todo esto. Verte contenta, feliz, radiante, como era antes. Así quiero verte. Y ya te lo dije: Ahora te toca ser feliz.

Sé que estás en algún lugar mejor, donde no hay abuso, fuera del mundo en el que nos conocimos.

Ahora, te agradezco, porque gracias a esta experiencia, conocí a mucha gente nueva, en la cual puedo confiar. Sí, también estás tú dentro de ellos. Aprendí lo que soy capaz de hacer por alguien, conocí mis límites. Me conocí un poco más, cosa que no hacía hace mucho tiempo.

Gracias por la experiencia. Nuevamente, te quiero.

No hay comentarios: