domingo, 8 de enero de 2012

El silencio está de moda

Todos se quedan callados, todos viven sin pronunciar lo que sienten. Quedo en la misma situación, estoy en ella. No puede ser que todavía no se den cuenta del momento que estoy pasando, llevo miles de segundos gastados en pensamientos innecesarios (quizás) para poder seguir con el curso de mi vida.

El silencio me consume lentamente: me hace sentir incómodamente cómodo, paradójico no? De a poco no cuento las cosas, no las relato, las proceso, y proceso, y proceso y proceso y no saco ninguna conclusión, porque el silencio no me da respuestas, solo el medio para poder pensar, y pensar y... dah!

La debilidad que siento hoy, la indecisión a la cual me enfrento, la inmadurez y la falta de resistencia, el mal enfoque en las cosas, la validez. Respuestas que no he podido conseguir en el silencio ni en la soledad...

¿Qué debo hacer ahora? Recuperar el tiempo perdido y volver a invertir, a arriesgar. Quizás esa sea la respuesta...


Hay algo que encontrar en este vaivén de sonidos...

1 comentario:

Ariel Cruz Pizarro dijo...

La gracia del silencio no está en escucharse una y otra vez relatando un problema, está en actuar y pensar que mañana esas acciones rendirán sus frutos, por muy duras que sean en el momento.

¡Ánimo Jonathan! Y no esperes que otros sepan lo que te pasa, leer los ojos es algo que no todos pueden hacer :P