lunes, 25 de octubre de 2010

La Historia Jamás Contada II: El lugar

Asustado. Joku estaba asustado mientras viajaba por un océano de oscuridad, espectros, con la música de su infancia (que todavía escucha) de fondo en medio de ese vacío. La vida pasaba a través de sus ojos, veía en cada uno de los espectros una parte de su existencia en el que se suponía era el mundo real. Estaba extraño, sentía calor en su cuerpo, mientras algo que parecía viento refrescaba su atormentado rostro. Era un niño normal hasta este suceso, hasta que desapareció. Se supone que eso pasó frente a sus amigos ese sábado. Perdió la noción del tiempo, comenzó a sudar mucho, seguía cayendo. No quería más. Se preguntaba qué fue lo que hizo para merecer esto.
En un momento se detuvo. No sentía tierra firme a sus pies, ni tampoco podía saber con certeza si podía desplazarse a través de la oscuridad. No sabía si tenía sus ojos cerrados o abiertos, no se veía a sí mismo. De pronto, comenzó a caer más rápido, y Joku perdió el conocimiento.
No sabía bien dónde estaba, y mucho menos sabía qué hacía ahí. Todo era extraño, él se sentía extraño, todo lo que veía era extraño. Pero a la vez sentía cierta comodidad, algo bastante singular en tal situación. Sentía que estaba en su casa, en su hogar, pero con miles de visitas extrañas, gente que no conocía, amigos de primos del amigo de la esquina, primo del hermano del vecino, que en su vida había visto. Y para no caer en la mala educación, la bajeza, y el próximo pelambre del vecindario, aguantaba sus ganas de sacarse la ropa, abrir su cama, y dormir.
Observaba cada rincón de ese atribulado, pero a la vez cotidiano lugar. Sentía que ha estado ahí más de alguna vez, recuperando ciertas cosas de su vida, recibiendo mensajes, o simplemente estando allí. Mirando a lo lejos, observó una puerta, en medio de todo ese caos singular. Comenzó a caminar, y llegó a tal puerta. La abrió, y vió algo que hizo recordarle todo lo que sucedió: vio a su gente de Confirmación, caminando a su jornada sabatina. Vio a sus amigos intranquilos por su desaparición, mientras los otros seguían su camino. Impactado mientras veía lo que pasaba al otro lado de esa puerta, quiso entrar. Puso su mano, como queriendo pasar al otro lado, pero vino un golpe eléctrico que lo hizo retroceder. Joku no sabía qué hacer, y mientras pensaba en un plan para poder salir de ahí, aparece algo negro, viscoso, que lo absorbía y lo consumía mientras buscaba respuestas...

No hay comentarios: