Dulce son las praderas de sabor caramelo, con toques de chocolate, vívidos colores que resaltan las más grandes montañas de vainilla. Todo para comérselo. Gula, apetito insaciable. Caer en tí, lo peor que me puede pasar (lo que no me ha pasado ni quiero que suceda).
Recuerdos dulces... tal y como los definí. Pasar miles de kilómetros comiendo sin fin definido. Como una bola humana quedé.
Presente adelgazante. De light y diet. Quizás más, quizás menos. Comer ahora lo verde de las palabras y versos... que aparte de bajar de peso, adornan mi mente y suenan los lindos versos allí escritos.
Quiero volver a ser el de antes, pero no ese obeso. Sino alguien mejor, pero con ese ímpetu insaciable...
(Aclaración: nunca he sido obeso)
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